1. El Dios mío no anda presumiendo ser el dueño de la verdad absoluta, pese a que Él (el auténtico) sí es el único que la tiene.
2. El Dios mío no es culebrero, aunque él haya creado las culebras y tenga la facultad de ponerlas a dormir por un tiempo o por siempre.
3. El Dios mío no divide para reinar, ni pesca en río revuelto como parte del ideario de Maquiavelo.
4. El Dios mío no es revanchista. Él no ha tenido progenitor que lo hayan asesinado por sus malas andanzas en cuentos de narcotráfico y más fechorías.
5. El Dios mío no es cínico, ni un boquipompo que niega lo innegable.
6. El Dios mío no chuza ni les hace montajes a quienes considera enemigos de su ideología proveniente del espacio infernal.
7. El Dios mío no anda en contubernios con malandros, como tampoco los protege impulsándolos (luego de manifestar que son "buenos muchachos", "perseguidos políticos") a evadir la Justicia abordando vuelos en la aerolínea "AEROFUGA URIBISTA".
8. El Dios mío no anda gritando cual loco para impresionar, atemorizar y dominar a los pendejos.
9. El Dios mío no concibe que hay que refundar el Universo, mucho menos recurriendo a los métodos de aniquilamiento personal más monstruosos; de allí, pues, que mi Dios no ordene motosierrar almas, ni mochar cabezas para después jugar fútbol con ellas, ni descuartizar gente como si fueran reses; y pare de contar atrocidades jamás vistas en la era de "la refundación de la patria colombiana", ni en otro lugar ni en otros tiempos.
10. El Dios mío no es guache, por lo que a otros no les dice "te doy en la cara, marica" cuando le cantan verdades en sus propias barbas. Es que mi Dios no tiene rabo de paja para que alguien le cante la tabla.
11. El Dios mío no creó una organización política (politiquera) con el sello "democrático", pero no habiendo lo mínimo de democracia en ella porque él es quien todo lo define; por lo cual, entonces, los demás deben limitarse a obedecer y a nada más, siendo imperativo arrodillarse ante sus patas.
12. El Dios mío no es hermano de un Santiago autoproclamado apóstol para masacrar a quienes se opongan a los intereses de la doctrina del primero.
13. El Dios mío no reparte canonjías de todo tipo en procura de que lo reelijan como dios, o como supuesto Dios; o mejor, para desgobernar desde una Casa de Nariño luego de haber llegado allí de manera espuria, con respaldos electorales de facinerosos de toda calaña.
14. El Dios mío no se opone a la restitución de tierras porque no teme que lo dejen sin aquellas en su poder luego de haber sido despojadas mediante el terror de los fusiles y triquiñuelas habidas y por haber.
15. El Dios mío no hace ni deja hacer para propiciar que un país luego de un litigio territorial se quede con una nada despreciable porción de territorio marítimo.
16. El Dios mío no pone espejo retrovisor con el propósito de endilgarles culpas a otros por atracos contra el erario, sacándola del estadio con episodios como el de REFICAR, en la Colombia donde no deja de haber masoquistas.
17. El Dios mío no permite o direcciona que subsidios para los pobres (campesinos precisamente) se desvíen hacia los pudientes de su gallada.
18. El Dios mío no contribuyó al saqueo que de los metales preciosos (oro y platino) de Andagoya - Chocó hicieron los gringos. Mirar información en este enlace...
19. El Dios mío no se la pasa criticando las mismas conductas abominables que tuvo él cuando desgobernó a Colombia durante ocho años, entre otras acciones de igual naturaleza repudiable perpetradas a lo largo de su carrera política, durante toda su vida misma.
20. El Dios mío no convoca a resistencia civil contra lo que sea benéfico para la sociedad y ajustado a las leyes nacionales e internacionales.
21. El Dios mío me enseñó a temerle nomás a Él, no a pseudodioses.
En conclusión, el Dios mío no anda impregnado del nauseabundo olor del azufre, ni cargando un tridente para ensartar almas que califique como sus enemigas por no decidir ellas hacerse feligreses de su secta satánica. El Dios mío es un Ser de Brillo, no un ser de tinieblas; es de miel, no de hiel; es de sosiego, no de barbarie.
2. El Dios mío no es culebrero, aunque él haya creado las culebras y tenga la facultad de ponerlas a dormir por un tiempo o por siempre.
3. El Dios mío no divide para reinar, ni pesca en río revuelto como parte del ideario de Maquiavelo.
4. El Dios mío no es revanchista. Él no ha tenido progenitor que lo hayan asesinado por sus malas andanzas en cuentos de narcotráfico y más fechorías.
5. El Dios mío no es cínico, ni un boquipompo que niega lo innegable.
6. El Dios mío no chuza ni les hace montajes a quienes considera enemigos de su ideología proveniente del espacio infernal.
7. El Dios mío no anda en contubernios con malandros, como tampoco los protege impulsándolos (luego de manifestar que son "buenos muchachos", "perseguidos políticos") a evadir la Justicia abordando vuelos en la aerolínea "AEROFUGA URIBISTA".
8. El Dios mío no anda gritando cual loco para impresionar, atemorizar y dominar a los pendejos.
9. El Dios mío no concibe que hay que refundar el Universo, mucho menos recurriendo a los métodos de aniquilamiento personal más monstruosos; de allí, pues, que mi Dios no ordene motosierrar almas, ni mochar cabezas para después jugar fútbol con ellas, ni descuartizar gente como si fueran reses; y pare de contar atrocidades jamás vistas en la era de "la refundación de la patria colombiana", ni en otro lugar ni en otros tiempos.
10. El Dios mío no es guache, por lo que a otros no les dice "te doy en la cara, marica" cuando le cantan verdades en sus propias barbas. Es que mi Dios no tiene rabo de paja para que alguien le cante la tabla.
11. El Dios mío no creó una organización política (politiquera) con el sello "democrático", pero no habiendo lo mínimo de democracia en ella porque él es quien todo lo define; por lo cual, entonces, los demás deben limitarse a obedecer y a nada más, siendo imperativo arrodillarse ante sus patas.
12. El Dios mío no es hermano de un Santiago autoproclamado apóstol para masacrar a quienes se opongan a los intereses de la doctrina del primero.
13. El Dios mío no reparte canonjías de todo tipo en procura de que lo reelijan como dios, o como supuesto Dios; o mejor, para desgobernar desde una Casa de Nariño luego de haber llegado allí de manera espuria, con respaldos electorales de facinerosos de toda calaña.
14. El Dios mío no se opone a la restitución de tierras porque no teme que lo dejen sin aquellas en su poder luego de haber sido despojadas mediante el terror de los fusiles y triquiñuelas habidas y por haber.
15. El Dios mío no hace ni deja hacer para propiciar que un país luego de un litigio territorial se quede con una nada despreciable porción de territorio marítimo.
16. El Dios mío no pone espejo retrovisor con el propósito de endilgarles culpas a otros por atracos contra el erario, sacándola del estadio con episodios como el de REFICAR, en la Colombia donde no deja de haber masoquistas.
17. El Dios mío no permite o direcciona que subsidios para los pobres (campesinos precisamente) se desvíen hacia los pudientes de su gallada.
18. El Dios mío no contribuyó al saqueo que de los metales preciosos (oro y platino) de Andagoya - Chocó hicieron los gringos. Mirar información en este enlace...
19. El Dios mío no se la pasa criticando las mismas conductas abominables que tuvo él cuando desgobernó a Colombia durante ocho años, entre otras acciones de igual naturaleza repudiable perpetradas a lo largo de su carrera política, durante toda su vida misma.
20. El Dios mío no convoca a resistencia civil contra lo que sea benéfico para la sociedad y ajustado a las leyes nacionales e internacionales.
21. El Dios mío me enseñó a temerle nomás a Él, no a pseudodioses.
En conclusión, el Dios mío no anda impregnado del nauseabundo olor del azufre, ni cargando un tridente para ensartar almas que califique como sus enemigas por no decidir ellas hacerse feligreses de su secta satánica. El Dios mío es un Ser de Brillo, no un ser de tinieblas; es de miel, no de hiel; es de sosiego, no de barbarie.
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