¿Parte de la idiosincrasia colombiana?

Pienso que aunque fuera de manera simbólica todavía deberíamos estar repudiando la venta de las acciones del Estado colombiano en la empresa Isagén, por ya ser un hecho cumplido. ¡Pero no!, pataleamos durante un tiempo; pasó lo que trágicamente pasó y retornamos a la masoquista calma con respecto a semejante asquerosidad que sin duda menoscaba sensiblemente los intereses nacionales. ¿Pasará lo mismo con la ETB cuando la regalen (no que la vendan) Peñalosa y sus compinches neoliberales, y con más atropellos contra el pueblo de la otra orilla?... ¿Es que ser así, inconstantes, realmente es parte de nuestra idiosincrasia?... Como que el efecto Alka Seltzer no pierde vigencia en no poca gente, habiendo por fortuna quienes de modo permanente están desplegando acciones contestatarias desde diferentes trincheras sociales. En las luchas sociales hay que perseverar siempre; pues, no hacerlo es dar muestras de conciencias blandengues, de falta de compromiso social férreo, y hasta de cobardía. Claro, también de carencia de pragmatismo cuando se propicia un divorcio entre las ideas y las acciones, entre la teoría y la praxis, entre lo que predicamos y lo que aplicamos. Los del pueblo desamparado tenemos problemas y necesidades en todo momento, y en esa medida entonces las luchas en aras de salir del atolladero deben ser permanentes, y contundentes. Tiempo hay para descansar, y es pertinente hacerlo; pero, no para dormir cayendo en un letargo perenne.