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Rosa Elvira Cely, nuevamente asesinada

El 23 de mayo de 2012 un monstruo disfrazado de gente violó y sometió a empalamiento a Rosa Elvira Cely, en Bogotá, D. C. Suceso espeluznante que conmovió a la sociedad colombiana y en un santiamén le dio la vuelta al Mundo, éste también presa de compunción por aquel acontecimiento diabólico; habiendo que manifestar, lastimosamente, que lo de Rosa Elvira (cuyo deceso se produjo exactamente el 24 de mayo, un día después de haber sido violada) no ha sido ni es exclusivo en Colombia y en no pocos lugares del Orbe; pues, cada día se sabe de mujeres que han sido y son víctimas de semejante atrocidad como es violarlas, y mucho más quitarles la vida; aunque, ciertamente, una mujer puede quedar con vida luego de ser violada, pero eso equivale a prácticamente estar muerta aún respirando.

Entonces, hubo demanda contra el Estado (Nación y Distrito) por no garantizar la seguridad de una ciudadana, e igual por fallas operacionales que no permitieron que Rosa Elvira (después de haber sido encontrada en el sitio donde el monstruo aquel la atacó y la destrozó) hubiera recibido atención oportuna de las heridas en su cuerpo, especialmente en sus órganos genitales. Recientemente se ha sabido que la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de su Secretaría de Gobierno, se defiende argumentando (o mejor, matando nuevamente a Rosa Elvira, e igual a su parentela) que la culpa no fue por carencia de seguridad ni por otra circunstancia atribuible al Estado (en este caso concretamente al Distrito Capital); sino, que la víctima falló; porque, según lo que se puede inferir de lo dicho por la Oficina Jurídica de la Secretaría Distrital de Gobierno, "las mujeres no deben andar en la calle (paseando, trabajando, estudiando...), y menos solas, como tampoco en la noche, ni tener relaciones sentimentales con hombres; pues, todo eso de por sí es lo que de modo inevitable las pone en peligro de ser violentadas sexualmente y de pronto hasta asesinadas". ¡¿Habráse visto tal esperpento de apreciación?! 
Bueno, lo anterior no debe extrañar; porque, sin duda, eso hace parte de la "recuperación de Bogotá" en cabeza de un inhumano Peñalosa; que, pese a decir que rechaza ese concepto, seguramente en el fondo lo respalda precisamente porque los neoliberales como él no piensan en las personas, como sí afanosamente en lo material, compulsivamente en el capital. Lo expuesto por la Secretaría de Gobierno de Bogotá inicialmente puede asumirse como un mero chiste; pero, realmente no da más sino para llorar por cuenta de la indignación, y para en consecuencia reprochar de modo contundente aquella postura irracional, falta ella del más mínimo sentimiento de humanismo. Es, como no, la Bogotá Inhumana de Peñalosa.


Como la rama suele romperse por lo más delgado, entonces el secretario de Gobierno de Bogotá se desprende de responsabilidad diciendo que no fue consultado él en torno del concepto emitido por su Oficina Jurídica; no obstante, en su condición de representante legal de la entidad sobre él recae la responsabilidad de coordinar las defensas jurídicas, no importando que haya una persona encargada de la Oficina Jurídica; y entonces pretende dar un parte de reacción en contra de dicho dictamen anunciando que quien lo proyectó (¡oh, y fue una mujer!) renunció. ¡Mentira!, la renunciaron; o mejor, la echaron. Pero, como en Colombia se desconoce olímpicamente la responsabilidad política, entonces el secretario de Gobierno queda sano; cuando debería renunciar a su cargo; pese a que, supóngase, no haya firmado el concepto de marras; y lo mismo, lo de la renuncia, aplica para Peñalosa; porque, reitero, es la cabeza de un 
gobierno inhumano; y en esa medida se mueven sus subalternos, cumpliendo las orientaciones directas y tácitas del gobierno indiferente con los seres humanos que no hagan parte de los sectores privilegiados por el neoliberalismo.


Es claro que el veredicto del gobierno de Peñalosa, usurpando la potestad de emitir fallos judiciales, establece que Rosa Elvira Cely es ¡culpable! de su violación y de su homicidio. Supongo que, por eso, pretenderán que el violador y asesino salga de prisión y que, además, sea indemnizado no por el Estado que lo encarceló, sino por la familia de Rosa Elvira como quiera que no puede responder ella por hallarse muerta; aunque asumirán los inhumanos que aquí el muerto es el que 'injustamente' cayó a la guandoca por culpa de "una Rosa Elvira irresponsable al no ser mujer de casa". Mujeres, de modo que, de acuerdo con los argumentos de la Bogotá Inhumana de Peñalosa, señalados anteriormente, están notificadas de lo que les puede pasar por andar en los pasos que comprenden aquellos argumentos esgrimidos por quienes mañas se dieron para "recuperar a Bogotá", habiéndolo logrado; y hasta hoy corroborando que se morían por "recuperar a Bogotá" para saciar su hambre de Poder neoliberal con los más desvalidos socialmente, devorándolos como feroces caníbales que son. 
El secretario de Gobierno de Bogotá es coherente con uno de los postulados esenciales de la Ultraderecha, muy de ritual en alimañas como el expresidente Uribe: "Cuando seas acusado de algo, aunque sepas que culpa te cabe pon a sonar una canción de Julio Jaramillo, titulada "Niégalo todo". Di, pues, que nada supiste ni sabes; y que si algo malo sucedió, fue a tus espaldas".

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