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Por qué Cristo fue "mucho marica"

Si nos atenemos a lo que consideran no pocas personas en Colombia (y en otros confines del Orbe) que son protagonistas como sujetos activos de la corruptela, con respecto a quienes no les siguen sus pecuecudas huellas, entonces hay que manifestar que Cristo fue mucho marica. Marica sí porque aquellos corruptos no dudan en decir algo como esto, o precisamente esto: "Si teniendo servida en bandeja de oro la oportunidad de conseguir plata u otros beneficios personales recurriendo a conductas indebidas o torcidas no lo hacés, pues ¡sos mucho marica!". Cabe precisar que ese "marica" no se utiliza exactamente para insinuar homosexualismo; sino, como un sinónimo de "pendejo". De modo, pues, que Cristo fue "marica" porque no comulgaba con los actos cualesquiera que representaran corrupción, o inmoralidad en términos generales. ¡Caramba, Cristo!, en verdad fuiste "mucho marica" por no haber entrado en "la sensacional moda de la corruptiña"; la misma que, sépase y bien lo sabes, ha existido desde mucho antes de que nuestro taita Dios te alojara en el vientre de tu mami María; o sea que saliste del clóset... del clóset de la pulcritud, aunque no es que hubieras estado escondido en él.

También Cristo fue "mucho marica" porque no se metía sus baretos de marihuana, ni le jalaba a la perica ni a otras sustancias sicotrópicas; sabiéndose sí que al parecer algunas veces se zampaba sus trancazos de vino, que no tenía que comprar, ni fiar ni goterear, porque Él mismo lo hacía a partir de agua nomás, merced a su don de hacer milagros. Es que también hoy en día los que andan metidos en lo anterior le dicen a alguien que no hace lo mismo: "¿Sabés qué, parcerito?, esto es una nota, la rechimba, lo último en guaracha; si no le metés con todos los juguetes, entonces no estás pero en nada, ¡sos mucho marica!". Obvio, igualmente en este caso el "marica" corresponde a "pendejo" y a otros sinónimos de esta palabra. ¡Caramba, Cristo!, ciertamente fuiste "mucho marica" por no haberte metido en "la estupenda onda de los alucinógenos". No lo niegues, Cristo, "marica" fuiste, como está plenamente testimoniado, por no haberte enrolado en el ejército del mal, donde a diario se disparan las balas y los misiles de los antivalores. Bueno, asumiendo que Cristo fue pero sigue siendo (no sé si para usted, para mí sí), entonces lo correcto es manifestar que Cristo no sólo fue sino que sigue siendo "mucho marica"; precisando que no apenas en los casos aquí registrados, sino con respecto a muchas más cosas. Es que nos hallamos frente al fenómeno de la inversión de principios y valores, donde hoy se asume que lo malo es lo bueno, y al contrario; y es de aquí de donde surge esa tendencia a calificar como "pendejos" o "atembados" a quienes prescinden de seguirles los pasos a los dispensadores de conductas socialmente reprochables... 
Me resulta inevitable pensar que de pronto, o muy seguramente, puede haber personas que lleguen a considerar esta nota como ofensiva o blasfema contra la majestad de nuestro Cristo, y del mismo Dios; pero, en caso de ser así las exhorto a no perder de vista el sentido exacto de la misma, al tiempo que les presento mis disculpas por cualquier incomodidad que pueda ocasionarles esta publicación.

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