¡Impaciencia!

LA IMPACIENCIA es una manifestación que no deja de ser una mala consejera. Pero, aquella misma que impacienta siempre será más una peligrosa y frustrante compañera cuando decidimos albergarla en nuestras mentes, y en nuestras almas. Por ejemplo, no está bien que se pretenda llegar al piso décimo sin antes pasar por el primero. Esto hace parte de la odiosa cultura del atajo, y es parecido a la conducta de quienes pretenden conseguir el oro a la primera azadonada. Es preciso entender que la vida presenta unos ritmos o dinámicas naturales, y que mal resulta pretender alterarlos simplemente porque nos urge hacer o lograr algo. Es decir, todo a su debido tiempo. "La paciencia es bien amarga, pero su fruto es muy dulce". Juan Jacobo Rousseau