Chocoanos, protestando como derecho y deber

PROTESTEMOS COMO DERECHO Y DEBER: Protestar es un derecho, necesidad y deber. Recordemos cómo cuando niños llorando protestamos por alguna necesidad (la teta, por ejemplo) o sentimiento (dolor, frío, calor...). Un adagio dice que "quien no llora no mama". Entonces, chocoanos, nos asiste el derecho sagrado de la protesta, pero asumámoslo más como un deber; como la obligación de enarbolar nuestras banderas de rebeldía hacia cualquier atropello contra nuestro pueblo, salgan de donde salgan los oprobios. Corroboremos con creces los tiempos de no tragar entero, de no seguir sumergidos en un sueño letárgico, de no comulgar con la doctrina del masoquismo; y no es que los chocoanos no hayamos dado muestras de rebeldía, sino que el imperativo categórico es acentuarla y sostenerla incluso hasta más allá de las conquistas; porque sobre los laureles no hay que dormir, menos cuando el camino es largo y culebrero.