Eligieron a un fiscal hacía rato elegido

NO HAY NI UNA brizna de duda, el presidente Santos cuando postuló a Néstor Humberto Martínez Neira como fiscal general lo hizo sabiendo bien que sería el elegido; él fue quien siempre contó con el guiño de la Casa de Nariño; sumándole al anterior el beneplácito del vicepresidente Vargas Lleras, un sólido respaldo para Martínez en su propósito de quedarse con la Fiscalía General de la Nación; y sabía y sabe Santos que aquel será un fiscal que habrá de fungir como tal al servicio de unas multinacionales y conglomerados empresariales colombianos con los que ha mantenido negocios como abogado litigante que ha sido él, y que lo hará muy a pesar de que cuando haya litigios donde dichas empresas resulten involucradas se declare impedido, pues otros le hacen el mandado pese a que si hubiera que designar fiscal ad hoc eso es de competencia de la Corte Suprema de Justicia, pero ella fue quien eligió a Martínez.... Otra cosa que no dudo es que Santos sabía y sabe que con Néstor Humberto seguramente se verán beneficiados muchos uribistas investigados hoy por la Fiscalía General; y muchos más del mismo combo, y a lo mejor de Cambio Radical y otros sectores partidistas de la Ultraderecha, que tengan rabo de paja y que por tanto merezcan caer en manos de la Justicia; y pobre ésta, pues, con un fiscal negociante y politiquero. 

PERO BUENO, no hay que culpar al hoy elegido fiscal general, como sí a un Santos que sabrá por qué lo metió en la terna para que finalmente la Corte Suprema de Justicia lo eligiera. ¡Pobre Justicia!, repito, ¡y pobre Colombia! Mientras tanto brincan en una pata todos los que saben (empresarios y políticos) que tendrán un fiscal metido en sus bolsillos. Claro, en la Corte Suprema de Justicia también comen y exhiben muchos intereses donde los burocráticos pueden ser lo de menos, sin dejar éstos de quitarles el sueño. ¡Parranda de sucios! Pero, de todos modos habrá que esperar; porque qué tal que Martínez dé muestras de que con él los uribistas y quienes sean tendrán que seguir diciendo que las investigaciones en su contra son por "persecución política" aunque en efecto no lo sean, por haber méritos para enjuiciarlos y meterlos a la guandoca para que luego sean condenados por otras instancias; y qué tal que Martínez no utilice la Fiscalía como trampolín político, ni para beneficiar de una u otra manera a quienes se crea que son sus patrones. El beneficio de la buena fe hay que concedérselo a cualquier persona, lo que pasa es que no deja uno de mantener suspicacias cuando una persona posee unos antecedentes que se prestan para dudar de su transparencia, de su ecuanimidad o equilibrio al momento de adoptar decisiones con fundamento en lo jurídico.

EN CUANTO al eventual favorecimiento a uribistas de parte del fiscal Martínez, podría pensarse que seguramente no resulte así; como quiera que entre Uribe y Santos y Vargas Lleras (jefes naturales los dos últimos del recién elegido) no deja de haber encontrones, y más ahora cuando se avecina una contienda por la Presidencia de Colombia, donde Vargas Lleras está en el partidor y en gran medida no deja de contar con respaldo de Santos; aunque esto está por verse, por aquello de que se ha conjeturado en el sentido de que el Partido Liberal podría tener candidato propio, y que podría ser un Humberto de la Calle Lombana a quien Santos harto le debe alrededor de su propósito de sacar adelante el proceso de paz con las FARC. ¿Preferiría Santos a Vargas Lleras, por encima de De la Calle?... En Política se ve de todo, por eso nunca la última palabra está dicha. No se olvide que en algún momento Néstor Humberto Martínez se refirió al expresidente Uribe como "un gran patriota que no está en contra de la paz de Colombia" (¡¿cómo así que no?!), faltando que hubiera dicho que realmente "Uribe es el Gran Colombiano".

LA ÑAPITA: Claro quede que aquello de un concurso público para conformar la terna para fiscal general no fue más que una mera, escandalosa y vergonzante pantomima, pues Santos sabía de antemano quiénes serían los incluidos en dicha terna.