No es que sin Uribe no haya paz

NO ES QUE SIN Uribe no haya PAZ en Colombia, como suelen considerar algunas personas. La situación real es que con Uribe, aunque pueda brillar la paz en nuestro país, siempre habrá guerra porque ha sido la barbarie la ¡maldita teta! que lo ha nutrido hace mucho tiempo; al igual que a otros más de los que la PAZ, por lo mismo anterior, les huele y les sabe a feo hasta la saciedad. Dependerá de nosotros, los enamorados románticos de la PAZ, defenderla y preservarla a capa y espada; pero eso sí, no cayendo en las provocaciones de los guerreristas, de los caníbales. En caso de que de veras nos resulte imperativo hacerles resistencia civil a esos monstruos, entonces ojalá sea siempre abrazando con fuerza el sosiego, esa PAZ que anhelamos la mayoría de colombianos hastiados de contemplar con angustia existencial correr ríos y mares de sangre que se traducen en pobreza, desplazamiento, muerte y más secuelas trágicas de la ¡maldita violencia! No se pase por alto que la postura de andar manifestando que "sin Uribe no hay paz" es algo que a él lo hace sentirse más importante o imprescindible, con lo que a la postre se le proporcionan más alas para que continúe fregando como enemigo acérrimo de la reconciliación, pretendiendo en cambio imponer su repugnante mensaje de ferocidad. Uribe, sépase, para mí no es el Dios que todo lo puede, el único Dios del Cielo.