Uribe y la usual palabra "impunidad"

Como producto de un seguimiento exhaustivo (seguimiento sin chuzadas o espionaje ilegal) de las palabras que con mayor frecuencia profiere el ponzoñoso hocico del expresidente Uribe en sus arremetidas contra el proceso de paz de La Habana, encuentro que "impunidad" es la que más recurrencia presenta. Entonces, me pongo a pensar que seguramente se da eso debido a que la conciencia del Señor de las Sombras resulta taladrada en extremo por el hecho de saber él, o ella (su conciencia), cómo ha sido él sí gran beneficiario de impunidad con respecto a todas sus fechorías perpetradas desde cuando comenzó su vida pública en Antioquia (de la mano de Pablo Escobar y otros malhechores) incrementándose las mismas cuando llegó a desgobernar a Colombia durante "apenas 8 añitos"; lo cual, sin duda, lo convierte en el criminal del Mundo con el prontuario más abultado y macabro. Es, pues, como una actitud de egoísmo la de Uribe, insinuando que nomás él es quien merece impunidad por sus crímenes hasta innombrables; precisando que no es que las FARC no hayan cometido unos también monstruosos, y que no es cierto que esté garantizado que sobre todo los máximos dirigentes de dicha agrupación guerrillera no pagarán por sus crímenes ni repararán a sus víctimas. El vender esa especie mentirosa es parte de la estrategia de Uribe y otros enamorados de la guerra con la finalidad de desinformar y desorientar al pueblo, como al tiempo buscan con ello desprestigiar un proceso de paz que harta rasquiña les provoca, porque definitivamente lo suyo es la defensa del statu quo de la barbarie; y una vez más digo que no es que ellos se opongan al proceso de paz con las FARC, y a cualquier otro en igual sentido; sino, que se oponen rotundamente a que haya paz en Colombia porque ha sido la guerra la teta que los ha amamantado durante no poco tiempo y de múltiples formas. No es más la cosa. Desde luego, habrá que seguir preguntando hasta cuándo a Uribe le funcionará el efecto teflón que le ha asegurado hasta hoy esa impunidad que lo acompaña, haciéndolo campeón imbatible en ella.