Hoy el país atraviesa por una crisis de valores que ha hecho metástasis por la gran cantidad de políticos y servidores públicos judicializados y otros en proceso, cuestionados por supuestas alianzas con grupos al margen de la ley, en aras de conseguir recursos económicos, libre circulación y el favor electoral bajo la acción represiva ejercida sobre los electores ubicados en zonas donde éstos ejercen influencia. Sin embargo, y sin pretender hacer apología del delito ni pretendiendo oficiar como defensor del Diablo, es válido considerar que éste es un fenómeno que ha sido estudiado y tratado con superficialidad por parte de los distintos Poderes del Estado; dado que por un lado se pregonan garantías electorales democráticas universales, y por el otro se limitan o niegan los recursos necesarios para participar en igualdad de condiciones en los procesos electorales existentes en el país.
Bajo dicha premisa para los ciudadanos de a pie, esos que no vienen de abolengo ni han nacido en cunas de oro, para llegar al Poder deben utilizar los medios a su alcance hipotecando de paso su autonomía; en el entendido de que quien pone la plata, pone las condiciones; o ver frustradas para siempre sus posibilidades de llegar a las instancias de Poder por física pobreza. "Existe una amplia responsabilidad del sistema político colombiano, que ha permitido la concentración de decisiones en pocas familias que se alternan el Poder y en sectores que inciden en él; lo cual, lejos de consolidar un Estado que garantice los derechos fundamentales, ha potenciado la corrupción, la apropiación del patrimonio público, la compra de votos, la aceptación de sobornos y la ejecución de crímenes para perpetuarse su control. La incapacidad de hacer valer los principios de autonomía y soberanía se ha articulado con el desinterés de las clases dirigentes por resolver prioridades sociales, culturales, económicas y políticas, y con su instrumentalización del Estado para acrecentar su Poder económico y político particular. Tradicionalmente las instituciones del Estado colombiano han jugado un papel subordinado frente al sector privado nacional y transnacional, que se ha agudizado en la última década. Sin duda, esa postura servil del Estado y sus controladores ha sido uno de los principales catalizadores de esos procesos recolonizadores agenciados por las empresas transnacionales, especialmente las que provienen del norte global". El anterior texto entrecomillado fue tomado de: Conflictos socioambientales por la extracción minera en Colombia; páginas. 27 y 28.
"...Entre tanto, el sistema electoral colombiano, estructurado en torno del Código Electoral, ha sido objeto de continuos cambios a través de reformas constitucionales y leyes de la República que, si bien han contribuido a su desarrollo y mejoramiento, no se han articulado para formar un esquema normativo coherente y claro. Dicho código (que debería ser la piedra angular para el desarrollo de las elecciones), data de 1986; y se encuentra sólo parcialmente vigente en la actualidad, debido a que no se ha adaptado para incorporar los cambios en materia electoral introducidos desde la expedición de la Constitución de 1991. La constante evolución del sistema electoral, la ausencia de una reforma que armonice las distintas normas vigentes y la reciente aprobación del Acto Legislativo 01 de 2009, que propició un nuevo cambio en las reglas de juego, han creado confusión acerca de las disposiciones que guían los procesos electorales, generando incertidumbre acerca de la efectividad de dichas normas para evitar fenómenos de clientelismo e infiltración de grupos ilegales en la Política, como ha ocurrido en el pasado". Texto tomado del documento Observatorio Legislativo Hernán Echavarría Olózaga.
Es así como nuestros políticos (concejales, diputados, alcaldes, gobernadores, congresistas, etcétera) luego de ostentar el Poder ponen en práctica las mismas enseñanzas de la oligarquía rancia del país; cual es apropiarse de los recursos destinados a satisfacer las necesidades básicas insatisfechas de las comunidades marginales, para establecer una plataforma financiera que les garantice los recursos necesarios para participar en la próximas contiendas electorales sin mayores afugias y generando de paso un círculo vicioso, situación está que cuenta con la bendición de las altas esferas de Poder y con la complicidad de los órganos de control del Estado… Pero dejando una estela de pobreza y desesperanza para las clases menos favorecidas; habida cuenta de que esto conlleva una serie de factores que niegan una educación de calidad, y ofrecen precarias vías de comunicación, deficientes servicios de acueducto, alcantarillado, energía, y poco o nulo apoyo a los jóvenes deportistas, frágil sistemas de salubridad. En fín, propiciando un caos generalizado que desemboca en una pravedad permanente que agobia el espíritu de lucha de los pueblos, haciéndolos caer en un letargo que no les permite reclamar sus derechos, dado que la población se mimetiza entre la maraña corrupta al considerar como válido este estilo de hacer proselitismo y de gobernar.
En este orden de ideas es claro entender, que si bien es cierto que las prácticas utilizadas por nuestra clase dirigente política es una imprecación perversa, también hay que considerarlos como víctimas de las circunstancias impuestas por la oligarquía del país y el Poder de los gobiernos extranjeros dueños del capital, que fungen como nuevos colonizadores. Quienes los utilizan para que avalen sus pretensiones y luego los mandan a investigar, enjuiciar en la picota pública y los sacan del escenario para siempre con muerte política; entre tanto la ruleta rusa sigue girando, y así van descabezando uno a uno a estos personajes, como escarmiento a quien sea obcecado y cometa la osadía de postularse a cargos de elección popular sin tener sangre azul u ostentar el título de nobleza. ¿Será posible que algún día se pueda encontrar líderes y lideresas demócratas, altruistas, que validen un verdadero sistema incluyente, colectivo, y que piensen en la prosperidad de sus pueblos y del país?... ¡Es un imperativo y un reto para la historia!
Ricardo Mena Mena
Bajo dicha premisa para los ciudadanos de a pie, esos que no vienen de abolengo ni han nacido en cunas de oro, para llegar al Poder deben utilizar los medios a su alcance hipotecando de paso su autonomía; en el entendido de que quien pone la plata, pone las condiciones; o ver frustradas para siempre sus posibilidades de llegar a las instancias de Poder por física pobreza. "Existe una amplia responsabilidad del sistema político colombiano, que ha permitido la concentración de decisiones en pocas familias que se alternan el Poder y en sectores que inciden en él; lo cual, lejos de consolidar un Estado que garantice los derechos fundamentales, ha potenciado la corrupción, la apropiación del patrimonio público, la compra de votos, la aceptación de sobornos y la ejecución de crímenes para perpetuarse su control. La incapacidad de hacer valer los principios de autonomía y soberanía se ha articulado con el desinterés de las clases dirigentes por resolver prioridades sociales, culturales, económicas y políticas, y con su instrumentalización del Estado para acrecentar su Poder económico y político particular. Tradicionalmente las instituciones del Estado colombiano han jugado un papel subordinado frente al sector privado nacional y transnacional, que se ha agudizado en la última década. Sin duda, esa postura servil del Estado y sus controladores ha sido uno de los principales catalizadores de esos procesos recolonizadores agenciados por las empresas transnacionales, especialmente las que provienen del norte global". El anterior texto entrecomillado fue tomado de: Conflictos socioambientales por la extracción minera en Colombia; páginas. 27 y 28.
"...Entre tanto, el sistema electoral colombiano, estructurado en torno del Código Electoral, ha sido objeto de continuos cambios a través de reformas constitucionales y leyes de la República que, si bien han contribuido a su desarrollo y mejoramiento, no se han articulado para formar un esquema normativo coherente y claro. Dicho código (que debería ser la piedra angular para el desarrollo de las elecciones), data de 1986; y se encuentra sólo parcialmente vigente en la actualidad, debido a que no se ha adaptado para incorporar los cambios en materia electoral introducidos desde la expedición de la Constitución de 1991. La constante evolución del sistema electoral, la ausencia de una reforma que armonice las distintas normas vigentes y la reciente aprobación del Acto Legislativo 01 de 2009, que propició un nuevo cambio en las reglas de juego, han creado confusión acerca de las disposiciones que guían los procesos electorales, generando incertidumbre acerca de la efectividad de dichas normas para evitar fenómenos de clientelismo e infiltración de grupos ilegales en la Política, como ha ocurrido en el pasado". Texto tomado del documento Observatorio Legislativo Hernán Echavarría Olózaga.
Es así como nuestros políticos (concejales, diputados, alcaldes, gobernadores, congresistas, etcétera) luego de ostentar el Poder ponen en práctica las mismas enseñanzas de la oligarquía rancia del país; cual es apropiarse de los recursos destinados a satisfacer las necesidades básicas insatisfechas de las comunidades marginales, para establecer una plataforma financiera que les garantice los recursos necesarios para participar en la próximas contiendas electorales sin mayores afugias y generando de paso un círculo vicioso, situación está que cuenta con la bendición de las altas esferas de Poder y con la complicidad de los órganos de control del Estado… Pero dejando una estela de pobreza y desesperanza para las clases menos favorecidas; habida cuenta de que esto conlleva una serie de factores que niegan una educación de calidad, y ofrecen precarias vías de comunicación, deficientes servicios de acueducto, alcantarillado, energía, y poco o nulo apoyo a los jóvenes deportistas, frágil sistemas de salubridad. En fín, propiciando un caos generalizado que desemboca en una pravedad permanente que agobia el espíritu de lucha de los pueblos, haciéndolos caer en un letargo que no les permite reclamar sus derechos, dado que la población se mimetiza entre la maraña corrupta al considerar como válido este estilo de hacer proselitismo y de gobernar.
En este orden de ideas es claro entender, que si bien es cierto que las prácticas utilizadas por nuestra clase dirigente política es una imprecación perversa, también hay que considerarlos como víctimas de las circunstancias impuestas por la oligarquía del país y el Poder de los gobiernos extranjeros dueños del capital, que fungen como nuevos colonizadores. Quienes los utilizan para que avalen sus pretensiones y luego los mandan a investigar, enjuiciar en la picota pública y los sacan del escenario para siempre con muerte política; entre tanto la ruleta rusa sigue girando, y así van descabezando uno a uno a estos personajes, como escarmiento a quien sea obcecado y cometa la osadía de postularse a cargos de elección popular sin tener sangre azul u ostentar el título de nobleza. ¿Será posible que algún día se pueda encontrar líderes y lideresas demócratas, altruistas, que validen un verdadero sistema incluyente, colectivo, y que piensen en la prosperidad de sus pueblos y del país?... ¡Es un imperativo y un reto para la historia!
Ricardo Mena Mena
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