Parece que la luminaria Robledo se apaga

¡Caramba, mi gente!, les cuento que el senador Robledo, hoy del Polo Democrático Alternativo (pero, con partida de nacimiento en el MOIR; cosa que no digo para mal ,sino como información histórica para reconocer su estirpe izquierdista), otrora fue un hombre brillante; pues, a partir de ciertos años los humos de la sapiencia, sensatez y equilibrio que hasta por los poros le brotaban, se le evaporaron en un santiamén; tanto así, que no lo acompañó la lucidez necesaria para ocultar su fraternidad ideológica con el expresidente Uribe. Entonces, en angustia enorme por lo sucedido con aquel ayer cimero hombre, me pregunto si la razón de haber caído él en dicha desgracia obedece a su obsesivo interés en ser presidente de Colombia; reconociendo, sin que me quede una brizna de duda, que contó en el pasado no lejano con méritos suficientes para serlo hasta cuando no había perdido su notorio esplendor mental. 

Sépase que varias razones encuentro para manifestar lo de la convergencia de Robledo con Uribe; sin embargo, más lo digo porque considero que es demostrarle gran afecto a dicho expresidente cuando manifiesta que "Santos pasará a la Historia como el peor presidente de Colombia". Con esto no pretendo ensalzar a un Santos que no ha sido de mis afectos, por mucho y sobre todo por su peculiar talante neoliberal; pero, es que no creo que llegue a haber un presidente de Colombia que supere los niveles de corruptiña y perversidad del Señor de las Sombras. ¿No es eso, pues, como una manera de idolatrar a Uribe?, ¿no es aquello una prueba fehaciente de rendirle culto a su personalidad?... ¡Pachuchito!, es harto lo que hoy con el alma en las manos me duele saber que para infortunio de Colombia la luminaria Robledo al parecer se nos ha ido apagando. No obstante, ruego que aquello no sea más que una errónea interpretación que hago; porque, en honor a la verdad, me resisto a creer que el senador Robledo caiga en semejante situación desastrosa para él y para el país, por lo valioso que con certeza ha sido en la defensa de los intereses del pueblo sojuzgado.