Muchas personas seguramente creerán que fue Jorge Eliécer Gaitán el primer político colombiano asesinado por defender los intereses del pueblo menesteroso, siendo evidente quiénes lo sacaron del camino por considerarlo piedra en zapato. Pero, no debe olvidarse que antes, en el año 1914, también mataron a Rafael Uribe Uribe (abogado, periodista, diplomático, militar). ¿Por qué lo mataron?...En primer lugar hay que decir que se pretendió crear la idea de que su homicidio, perpetrado por dos humildes hijos del pueblo, carpinteros ellos, fue motivado por circunstancias personales; donde los asesinos supuestamente buscaban cobrarle por haberlos afectado laboralmente por cuenta de su Poder como senador...
¡Oigan eso!, ¡pura paja! Esos señores sí fueron quienes a Uribe Uribe lo mataron a punta de hachuelas; pero, todo indica que ellos actuaron como parte de un plan orquestado por sus enemigos políticos. Enemigos porque a él no lo veían con buenos ojos por andar defendiendo a los campesinos, a los trabajadores; porque, en esa medida, a la postre pretendía que hubiera justicia social; como, igualmente, porque combatía las conductas que chocaran contra la moralidad; es decir, no comulgaba él con la corrupción. Es decir, los ebanistas fueron los autores materiales del crimen; no obstante, hubo autores intelectuales; y dicho está quiénes fueron, pese a que se pretenda ocultar una verdad de a puño, bastante monda y lironda.
Entonces, encontramos que en Colombia siempre ha estado presente la dinámica de eliminar físicamente a quienes se ponen del lado del pueblo y en contra de la oligarquía. Es así como después de Uribe Uribe llega el asesinato de Gaitán, y más adelante el de Luis Carlos Galán Sarmiento. ¡Umjú!, muchos más ha habido (de grandes líderes, y digamos que de gente del común) por eso mismo. Miles y miles de luchadores populares han caído por servir como escuderos de los más desamparados. ¡Ombe!, hoy día siguen cayendo ni pocos; puesto que a los oligarcas que siempre han tenido el Poder les choca de cabo a rabo que alguien se dedique a defender al pueblo, y a generar y despertar conciencia libertaria en el mismo.
El propósito de esta nota es hacer un recuento histórico en el sentido, reitero, de que primero fue a Uribe Uribe a quien acallaron por lo ya registrado. Luego siguieron con Gaitán; con la diferencia de que por éste se desató el Bogotazo, considerado como la génesis de la violencia en Colombia; mas, aunque por cuenta de la muerte de Uribe Uribe no hubo Bogotazo, sin duda dicho acontecimiento empezó a incubar violencia, rebeldía popular; porque, obvio, el pueblo lo veía como un defensor de sus intereses. Del mismo modo, con estas palabras escritas recuerdo esa también mencionada irracional maña de matar los de la élite a quienes ellos consideran peligrosos para el statu quo de su hegemonía en el Poder.
Sépase que en los tiempos que corren continúa la proclividad a darles muerte física, combinando la persecución con el sicariato político a punta de decisiones judiciales: "Fulano es un peligro para nuestra causa derechista, por eso toca judicializarlo y así inhabilitarlo; cortarle las alas para que no aspire a un cargo de elección popular desde donde, en caso de llegar, toque con nosotros aunque no lo haga directamente; pero, lo hace mientras al gobernar busque favorecer a los patienelsuelo". Esa es, pues, la Colombia que pretendió dizque refundar Uribe; pero, no hablo de aquel glorioso Rafael, sino del monstruo que considera "persecución política" toda el agua sucia que se le eche con razón justa, directamente a él o a cualquiera de la caterva de sus "buenos muchachos". Sí, me refiero es al Uribe que pretendió dizque refundar la patria a punta de motosierras y más métodos crueles jamás vistos en la historia de la Humanidad.Sin duda, es un gran deshonor que lleve el apellido Uribe el hoy senador y expresidente de Colombia que nada que se desmoviliza; y, en cambio, harto se moviliza es para seguir cagándose en el país, propalando a diestra y siniestra su mensaje de guerra, barbarie y muerte; porque, ciertamente, al Boquipompo la boca todo el tiempo le sabe a sangre, como igualmente harta es la sangre que lleva encaramada él en sus hombros.
¡Oigan eso!, ¡pura paja! Esos señores sí fueron quienes a Uribe Uribe lo mataron a punta de hachuelas; pero, todo indica que ellos actuaron como parte de un plan orquestado por sus enemigos políticos. Enemigos porque a él no lo veían con buenos ojos por andar defendiendo a los campesinos, a los trabajadores; porque, en esa medida, a la postre pretendía que hubiera justicia social; como, igualmente, porque combatía las conductas que chocaran contra la moralidad; es decir, no comulgaba él con la corrupción. Es decir, los ebanistas fueron los autores materiales del crimen; no obstante, hubo autores intelectuales; y dicho está quiénes fueron, pese a que se pretenda ocultar una verdad de a puño, bastante monda y lironda.
Entonces, encontramos que en Colombia siempre ha estado presente la dinámica de eliminar físicamente a quienes se ponen del lado del pueblo y en contra de la oligarquía. Es así como después de Uribe Uribe llega el asesinato de Gaitán, y más adelante el de Luis Carlos Galán Sarmiento. ¡Umjú!, muchos más ha habido (de grandes líderes, y digamos que de gente del común) por eso mismo. Miles y miles de luchadores populares han caído por servir como escuderos de los más desamparados. ¡Ombe!, hoy día siguen cayendo ni pocos; puesto que a los oligarcas que siempre han tenido el Poder les choca de cabo a rabo que alguien se dedique a defender al pueblo, y a generar y despertar conciencia libertaria en el mismo.
El propósito de esta nota es hacer un recuento histórico en el sentido, reitero, de que primero fue a Uribe Uribe a quien acallaron por lo ya registrado. Luego siguieron con Gaitán; con la diferencia de que por éste se desató el Bogotazo, considerado como la génesis de la violencia en Colombia; mas, aunque por cuenta de la muerte de Uribe Uribe no hubo Bogotazo, sin duda dicho acontecimiento empezó a incubar violencia, rebeldía popular; porque, obvio, el pueblo lo veía como un defensor de sus intereses. Del mismo modo, con estas palabras escritas recuerdo esa también mencionada irracional maña de matar los de la élite a quienes ellos consideran peligrosos para el statu quo de su hegemonía en el Poder.
Sépase que en los tiempos que corren continúa la proclividad a darles muerte física, combinando la persecución con el sicariato político a punta de decisiones judiciales: "Fulano es un peligro para nuestra causa derechista, por eso toca judicializarlo y así inhabilitarlo; cortarle las alas para que no aspire a un cargo de elección popular desde donde, en caso de llegar, toque con nosotros aunque no lo haga directamente; pero, lo hace mientras al gobernar busque favorecer a los patienelsuelo". Esa es, pues, la Colombia que pretendió dizque refundar Uribe; pero, no hablo de aquel glorioso Rafael, sino del monstruo que considera "persecución política" toda el agua sucia que se le eche con razón justa, directamente a él o a cualquiera de la caterva de sus "buenos muchachos". Sí, me refiero es al Uribe que pretendió dizque refundar la patria a punta de motosierras y más métodos crueles jamás vistos en la historia de la Humanidad.Sin duda, es un gran deshonor que lleve el apellido Uribe el hoy senador y expresidente de Colombia que nada que se desmoviliza; y, en cambio, harto se moviliza es para seguir cagándose en el país, propalando a diestra y siniestra su mensaje de guerra, barbarie y muerte; porque, ciertamente, al Boquipompo la boca todo el tiempo le sabe a sangre, como igualmente harta es la sangre que lleva encaramada él en sus hombros.
No comments:
Post a Comment